La Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) manifiestan su preocupación por la situación crítica que atraviesa el sector y reclaman medidas al Gobierno
Es uno de los sectores que más han sufrido la recesión y la suba indiscriminada de precios, de su materia prima como de servicios, fueron las panaderías, así lo declara el presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA), Miguel Di Betta, que asegura que miles de comercios “están cerrando en el país”.
A nivel nacional, más de mil panaderías han cerrado en el país,
según informa FAIPA. Son tarifas impagables, materias primas que aumentan, cada día es más terrible la baja de ventas, la clandestinidad que tenemos”, lamentó.
Este lunes la entidad, "anunció el estado de emergencia de las panaderías de todo el país por no poder afrontar el pago de los servicios de luz, gas y agua; por la agobiante presión tributaria; y la dolarización de las materias primas".
El precio de la bolsa de harina de trigo -principal insumo para la elaboración de panificados-
se ha disparado, incrementando su valor en más de un 300%, siendo por lejos el producto alimenticio que más se incrementó el año pasado. A su vez, "las ventas bajaron entre un 40 y un 50% el año pasado, frente al 2017, o sea que nosotros estamos trabajando a pérdida", dijeron desde Faipa.
Además, FAIM (Federación Argentina de la Industria Molinera), coincide con la información brindada por Faipa, y expone que se evidencia una baja en el consumo per cápita de harina en los últimos años. Según cuadros estimativos, a pesar del incremento poblacional, desde el 2014 se evidencia que el consumo era de 90 kilogramos anuales, mientras que el 2017 cerró en 84 kilogramos. Se puede estimar que en gran parte debido a la situación económica que la población atraviesa.
En forma conjunta, la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires (Fippba) emitió un comunicado hace días, donde plantea que "nuestra industria se encuentra pasando por su peor momento de los últimos 15 años". "Recibimos un golpe tras otro y no logramos recuperarnos", destacaron.
"También nos vimos afectados -como todas las pymes- por el alza de la luz, gas y agua. A este panorama le debemos sumar las caídas en las ventas, lo que determinó un sinfín de cierres de panaderías, muchas de ellas con más de 50 años de trayectoria", señalaron.
El presidente del Centro de Industriales de Panaderos de Misiones, Omar Acosta, sostuvo que un 30% del pan que se consume a nivel nacional proviene del sector informal, una realidad que está perjudicando a los negocios formales por la competencia desleal de precios, en vista que ellos no asumen gastos como impuestos y salarios justos.
Di Betta, aseguró que de no recibir una pronta respuesta por parte del Gobierno, endurecerían las medidas. “Si dentro de treinta días no recibimos respuesta del Gobierno, la industria tendrá otra acción que será cesar el pago impositivo y salvaguardar la fuente laboral. El precio del kilo del pan podría llegar a $ 100. Mandamos una carta documento al presidente y no hemos tenido respuesta”, concluyó.
Asimismo, la entidad bonaerense indicó que "vemos un 2019 muy difícil, con cierre de panaderías", y destacaron que "en todo el país se comenzaron a cerrar panaderías y los despidos a empleados".